Con esta entrada finaliza esta mini-serie sobre las fotografías publicadas por el James Webb. Este telescopio nos ha regalado instantáneas de nebulosas y estrellas y nos ha permitido ver fenómenos como las lentes gravitacionales. Hoy veremos las dos últimas imágenes de esta primera observación, el quinteto de Stephan y la composición de la atmósfera de WASP-96b, finalizando así un primer y breve retrato de nuestro gran universo.
QUINTETO DE STEPHAN
En 1877, Edouard Stephan, un astrónomo francés, descubrió lo que se catalogó como una nueva "nebulosa", pero en realidad se trataba de un compendio de 5 galaxias, de las cuales 4 están unidas físicamente. Este conjunto de galaxias recibió el nombre de Quinteto de Stephan y se sitúan a 300 millones de años luz, salvo la quinta, que tan solo está a 40 millones de años luz. Esta fotografía sin precedentes de este cúmulo de galaxias, situadas en la constelación Pegaso, es el resultado de observaciones realizadas con 3 longitudes de onda distintas. De esta forma, los astrónomos pueden conocer la composición de cada una de las galaxias que forman el quinteto y rastrear el brillo del polvo cósmico, así como observar la interacción entre las galaxias, que se traduce en la formación de estrellas jóvenes.
Quinteto de Stephan, formado por cuatro galaxias unidas (NGC 7317, NGC 7318A, NGC 7318B, NGC 7319) y una quinta galaxia más alejada (NGC 7320)
ATMÓSFERA DE WASP-96B
El estudio del planeta WASP-96b viene motivada por el estudio del comportamiento de los planetas de otros sistemas estelares. WASP-96b es un exoplaneta gigante gaseoso que orbita alrededor de su estrella, localizada en la constelación de Phoenix (a 1120 años luz de la Tierra), con un periodo de 3,4 días.
Las observaciones del James Webb revelan la presencia de agua en este planeta, así como de cúmulos de bruma blanca y niebla. Si bien es cierto que con anterioridad ya se había detectado bruma en su atmósfera, el Webb ofrece la composición más detallada de sus gases específicos.
Gracias al "rastro de luz estelar" que deja el planeta en su órbita, el Webb ha podido detectar el oscurecimiento y variaciones de onda clásicas provocadas por la presencia de vapor de agua.
Con la primera detección de agua en un planeta, los astrónomos se dedicarán ahora al estudio de otros tantos sistemas estelares para comprender como varían la composición de la atmósfera
de sus planetas en cada uno de ellos
Composición de la atmósfera de WASP-96b
Después de analizar una por una las imágenes del James Webb no cabe duda de que ha comenzado una nueva era en la que los astrónomos podrán estudiar con gran precisión la imagen del universo y retroceder cada vez más en el tiempo para profundizar en sus orígenes y formación. Impacientes por un nueva observación del James Webb, nosotros seguiremos hablando de otros temas interesantes en física y matemáticas, así que no te pierdas la siguiente entrada al blog!!!!
Gracias por leerme y déjame en comentarios que te ha parecido!!! 😊🌠
Referencias:
NASA
National Geographic
Investigación y Ciencia
Autora: Paola Diago
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